Seguro que nos has leído u oído hablar en muchas ocasiones sobre nuestro compromiso en materia de sostenibilidad. Pero ¿sabes realmente qué es lo que hacemos y para qué?
En Bodegas Ostatu, nuestro viñedo es mucho más que vides. Es un ecosistema donde queremos que cada planta, cada insecto y cada ave juegan un papel crucial en la salud del suelo y la calidad de la uva. Apostamos por una viticultura que trabaja con la naturaleza, no contra ella, incorporando prácticas regenerativas y estructuras que fomentan la biodiversidad.
Cultivamos biodiversidad
Nuestro viñedo está certificado en producción ecológica, por lo que trabajamos de forma aliada con la naturaleza, la integramos en nuestro sistema productivo. Mantenemos cubiertas vegetales en nuestras parcelas, lo que protege el suelo de la erosión, mejora la estructura de la tierra, acumula mejor la lluvia y proporciona refugio a insectos beneficiosos.
Destinamos un 6% de nuestra superficie vitícola a la conservación de la biodiversidad, zonas refugio. Estas áreas incluyen pequeños hábitats seminaturales, setos y árboles que mejoran la conectividad ecológica entre parcelas. No se trata de garantizar espacios y corredores de biodiversidad que refuercen el equilibrio entre flora y fauna, y faciliten su refugio y desarrollo.
Nuestros aliados naturales: insectos, aves y murciélagos
La presencia de fauna auxiliar es clave para un viñedo equilibrado. Para potenciarla, desde hace años hemos instalado hoteles de insectos, casetas para mariposas y pájaros, y refugios para murciélagos, creando hábitats seguros para estos pequeños pero imprescindibles aliados.
- Las diferentes especies de artrópodos detritívoros y descomponedores de materia vegetal, que contribuyen en los procesos de incorporación de la materia orgánica al suelo, cuya presencia contribuye al mantenimiento de un buen equilibrio ecológico en el agroecosistema y son bioindicadores de calidad ambiental y los ácaros fitoseidos (familia Phytoseiidae) son los principales depredadores de ácaros fitófagos
- Los insectos polinizadores, como las abejas y mariposas, favorecen la diversidad vegetal en el entorno del viñedo. Sus visitas contribuyen a la regeneración de las plantas y refuerzan la salud del ecosistema.
- Las aves insectívoras ayudan a controlar poblaciones de insectos que podrían afectar a las vides, reduciendo la presencia de ejemplares mosquito verde y los mimáridos que puedan producir daños, con una menor necesidad de intervención humana.
- Los murciélagos, grandes devoradores de polillas y otros insectos nocturnos, son aliados en la reducción de plagas de forma completamente natural, evitando la dependencia de productos químicos.
Un viñedo con futuro
Nuestro compromiso con la regeneración del viñedo es una apuesta a largo plazo. Sabemos que la salud del suelo y la biodiversidad no son elementos aislados, sino parte fundamental de un cultivo resistente al cambio climático y capaz de generar vinos con identidad propia.
En Ostatu, cada decisión en el viñedo refleja una forma de trabajar que busca calidad sin comprometer el equilibrio del entorno. Porque creemos que el mejor vino, es un vino vivo que nace de una tierra viva.
Ahora es el momento más esperado. Estos días el viñedo nos habla, nos muestra cómo ha respondido al clima del verano, cómo se han desarrollado los racimos y qué decisiones debemos tomar para que la cosecha refleje lo mejor de nuestra tierra. Comienza la cuenta atrás para la vendimia 2025.
