Rioja Alavesa


Vino, tradiciones y paisajes sorprendentes en la tierra de la gastronomía

Bajo el cobijo de la Sierra de Cantabria y Toloño, se encuentra nuestra pequeña villa de Samaniego. Aquí, desde el siglo XVI, la familia Sáenz de Samaniego lleva elaborando sus vinos. Una historia muy ligada a la de Rioja Alavesa, un enclave ideal y único en el mundo para el noble arte de la elaboración del vino.

 

Un entorno privilegiado

La protección de la sierra, la altura, el terroir y la confluencia de dos climas tan diferentes como el atlántico y el mediterráneo, hacen de Rioja Alavesa un lugar especial para la elaboración de vinos creados para llegar a la excelencia. Un territorio de viñedos escalonado en terrazas a diferentes alturas, que durante siglos ha sido testigo de cómo generación tras generación se ha ido perfeccionando el oficio mirando al futuro, pero sin despegarse de la tradición.

La cuna del enoturismo

Paisajes sorprendentes que varían con cada estación, lugares llenos de historia como los antiguos lagares rupestres o los 8 dólmenes milenarios, pequeñas bodegas tradicionales con un amor sin igual por la viticultura y la perfección, grandes edificios vanguardistas, espectaculares villas medievales con sus recintos amurallados. Todo ello acompañado por el carácter abierto y hospitalario de sus gentes, casi mimetizadas con su paisaje.

Tierra de gastronomía

Rioja Alavesa es la bodega de Euskadi. Un lugar en el que la vida se vive en torno a una mesa. Donde la gastronomía, el amor por el producto y la excelencia es una auténtica religión. La vanguardia y la tradición se fusionan, ya se trate de un asador tradicional, una taberna, un restaurante de alta gastronomía o en las hipnóticas barras de pintxos de nuestros pueblos y ciudades. Si somos la cuna de la gastronomía, ¿cómo no íbamos a realizar los mejores vinos?